Soy María, y desde que tengo uso de razón he tenido siempre una cámara en mano.
Me encantan las personas, disfrutar de buenas conversaciones, saborear esos momentos que sabes que son únicos,
vivir el día a día planificando el mañana pero viviendo el presente como si no hubiera mañana.
No se si la fotografía social y de familia me eligió a mi o si estaba destinada a encontrarla.
Una muy buena amiga me dijo una vez que la vida es como una habitación con muchas puertas, abres una para aprender fotografía y entras en otra habitación con otras muchas puertas: fotografía infantil, bodas, comuniones, embarazos, books de agencias, recién nacido… y así un sin fin de puertas llenas de aprendizaje y experiencias, que muchas veces tienen que ver con la fotografía y otras con valores, marketing, coaching… abres una puerta y vas encontrando tu camino.
Si preguntas a mis amigas, seré la chica de la cámara en mano que ni en una noche de fiesta paraba de hacer fotos (que nunca llegarán a ver la luz pero de las que nos reímos un montón cada vez que las vemos).
A mi familia, que tampoco les dejaba (y dejo en paz) con tanta foto, me viene de sangre, mis abuelos no hacian mas que hacerme fotos y me picó el gusanillo. Además he llenado la casa de mi familia de fotos, cuadros, albumes… lo que sea con tal de que esos momentos que hemos vivido queden bien presentes.
Y a mis queridos clientes… cuando estoy con niños, soy una más de su edad, si tengo que bailar, cantar mal, mancharme de tarta, comer chuches, jugar, saltar o ser sus confidente… lo haré porque me gusta divertirme y pasarlo bien, y ellos no se merecen menos.
Si la sesión es de premamá, curriculum, book de agencias… me pongo mi traje de adulta con un poco de música y la locura y terremoto que soy, para conseguir que disfruteis tanto como yo y que por supuesto os llevéis una experiencia y fotos increíbles.
Por eso mi única norma en las sesiones es: PASARLO BIEN